Impasible
¿Cuando llega el punto dónde nos volvemos insensibles?, ¿En qué momento miramos al mundo con los ojos grises y sin vida y creemos que todo está bien?. No siento nada. No hay dolor ni tristeza, pero la alegría es ilusoria y la risa nunca es sincera. No hay miedo, no hay disgusto, no hay rabia, no hay nada. El mundo es un teatro, y muchas máscaras debo adoptar para poder pasar y seguir adelante, día a día pienso en mis respuestas, en que debo decir y hacer, cuando hay que sonreir o rabiar para ser parte de un mundo gobernado en emociones. Cierro mis ojos y no siento nada más que mi corazón latiendo, no hay más nada ahí y cuando apoyo mi cabeza al dormir no tengo sueños o pesadillas. Gris y frío es el mundo en el que vivo en donde existo porque sí, porque mi cuerpo se encapricha en dejarme seguir respirando. Espero que pronto se de cuenta que no hay más nada que no vale la pena seguir adelante, el camino debe llegar a su fin.